Cultura cinematográfica popular en el barrio Los Calamares de Cartagena

Proyección cinematográfica en el barrio Los Calamares de Cartagena. (Foto: Luis Castroman)

Por Carlos Andrés Castro Macea

Niños y niñas con sonrisas en sus labios corriendo donde sus amigos para decirles que van a proyectar películas en la cancha de fútbol del barrio Los Calamares de Cartagena (Bolívar) el domingo 26 febrero de 2012, jóvenes saliendo de sus casas con cinco sillas en sus cabezas para que se sienten sus madres o familiares, abuelas que llevaron a sus nietas desde temprano para ubicarse en los primeros puestos frente a la pantalla gigante, padres y madres con niños de meses en sus brazos; todos a la expectativa y con las ganas de disfrutar de un espectáculo cultural y muchas veces extraño en los barrios de Cartagena (Bolívar). El programa de Cine en los Barrios que por segundo año consecutivo se realiza en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena coordinado por Ángela Bueno y curaduría de Jhon Narváez permite llevar las proyecciones audiovisuales y algunos realizadores de estas obras a las comunidades populares. Más de 250 lugares diferentes al “corralito de piedra” —centro histórico de Cartagena— como corregimientos, pueblos, municipios, veredas, instituciones educativas, universidades, canchas de fútbol o fundaciones construyen un espacio diferente y ameno para deleitar a las personas con el séptimo arte. Disfrutar de buen cine en un piso de arena y polvoriento rodeado de vecinos, familiares y amigos es más agradable que en la “glamurosa alfombra roja” con muchos desconocidos, a los que le llaman famosos, y que no conocen siquiera tu nombre.

(Foto: Luis Castroman)

«La función estuvo bien, me encantó, me gustó la película de la gallina», expresó Sleyn González Rossi al terminar la actividad refiriéndose al cortometraje El gallo fino de los directores samarios Luis Fernando Sánchez y Tatiana Lorena Parodi. Definitivamente, el cine en el barrio es un proceso en construcción: la coordinación de la divulgación, de los equipos como el proyector, sonido, pantalla y sillas, pegar afiches en tiendas, perifonear por las calles la invitación, estar atentos a la participación de los directores que visitan no es una tarea fácil para quien coordina el evento, pero sólo es posible en la medida en que el vecindario, a pesar de las diferencias, trabaje por un objetivo común: un espacio cultural alternativo para la comunidad.

Si bien es cierto que el arte cinematográfico es realizado en muchos casos por directores, guionistas y productores muy académicos e intelectuales, la esencia del buen cine consiste en tocar las fibras y sentimientos de un gran colectivo heterogéneo llamado pueblo. Teniendo en cuenta que las grandes temáticas del buen cine surgen de lo cotidiano y las pequeñas historias que se creen sin importancia, pero que al saber narrarlas como una obra de arte a través del lenguaje audiovisual se genera un impacto sorprendente en el público, los cinéfilos y las personas de la industria cinematográfica. El cine es un trabajo en conjunto en el que todos, desde el director hasta el público, aportan elementos esenciales para hacer de las proyecciones un éxito total.

---